Ya casi estoy de vuelta

Bueno, han pasado casi dos semanas y no había podido escribir porque he estado un poco ocupada. Ya sólo me quedan 3 días en esta hermosa nación y no me quiero ir todavía, pero bueno, ya tengo que volver. La verdad es que me he encariñado mucho con la gente aquí y según ellos, yo tengo que venirme a vivir para acá. Bueno, vamos a ver que opina el Padre.

La semana pasada, fue como mi semana de vacaciones y estuve visitando dos lugares turísticos: Lijian y Dali. Son realmente espectaculares. Fui a ver un musical Chino fantástico. La verdad es que esta gente tiene mucho talento. En estos lugares tuve la oportunidad de conocer tibetanos y en los 4 días que estuvimos allí, compartimos mucho con ellos y por supuesto, me enseñaron a bailar su música. Tuve, también la oportunidad de visitar un templo inmenso y mi corazón se conmovía al ver su adoración a dioses que no miran, no oyen y no sienten, solo podía interceder en silencio al padre.

Conocí un grupo de jóvenes de la India que también están trabajando aquí y cuando me conocieron pensaban que yo también era de allá. Fue comiquísimo porque cada vez que me presentaban a alguien más de la India, le decían que yo era de allá y como yo les decía "Namaste" se lo creían. Cuando les decía que yo era de Venezuela, no podían creerlo. Estas personas han venido a este país con pocos recursos, pero su pasión y amor por los chinos se puede ver a simple vista. Sus testimonios son tremendos y han sido de gran inspiración para mí.

Bueno, hace dos días tuve una de mis últimas aventuras antes de irme. A mi amigo se le ocurrió la brillante idea de alquilar unas bicicletas e irnos a las montanas, así que así lo hicimos. Las subidas eran lo mas duro, tuve que muchas veces bajarme de la bicicleta y llevarla a pie porque no podía más, además estábamos en un lugar bien alto y en una hasta me mareé porque me faltaba el aire, pero la parte más emocionante fue cuando nos toco bajar, íbamos volados por esa carretera, atravesamos algunas aldeas y luego nos toco atravesar la ciudad. Bueno, allí si que fue la mayor experiencia porque el tráfico aquí es de locos. Existen las señales de tráfico, pero la gente no las respeta. Ahora si puedo decir que maneje en China, bueno en bicicleta. Esa noche llegué molida, me fui a dormir a las 8:00pm y no desperté sino hasta las 11:00 del siguiente día y para completar ni me podía sentar, todo me dolía, pero no me arrepiento de la experiencia.

Tuve también la oportunidad de visitar una congregación China del gobierno y tanto mi amigo y yo nos dimos cuenta que el Padre está obrando, había mucha gente entregada, hasta danzas tenían, fue bien lindo adorar juntos.

Bueno, muchas personas me decían que seguro cuando regresara iba a regresar más delgada, pero para los que me conocen muy bien, saben que yo pruebo lo que sea y he comido un montón, de todo lo que me dan, así que si me miran más gordita ya saben la razón. El martes estaré viajando para Beijing, ya que el miércoles estaré regresando a casa. Así que les pido que pidan al Padre por mí, especialmente por protección y el avión.

Un besote a todos y nos vemos pronto!!!